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Medicalización y Disease Mongering: la medicina del siglo XXI

Cuando se piensa en el futuro de la medicina suelen venir a la mente pastillas mágicas que detienen el envejecimiento, ingeniería genética sobre enfermedades antes incurables o cirugías con robótica avanzada. Pero dejando de lado la ciencia ficción y relacionando la medicina con el acontecer social y político que estamos viviendo, el futuro podría verse mucho más sombrío: en estas breves palabras explicaremos por qué.

Según la concepción que la biomedicina tiene sobre la salud (como la ausencia completa de enfermedad) podemos definirla como un valor inalcanzable y anhelado por todos, siendo la misión de la medicina la lucha constante en contra de la enfermedad. Algo que resulta por lo menos paradójico, ya que ésta es una constante normal de la vida del ser humano.

Frente a esto, la biomedicina se encarga de prevenir, tratar y en lo ideal eliminar aquellas situaciones que representen un riesgo para la salud. Es en esto que la influencia de la Industria Farmacéutica es trascendental para configurar el futuro de la práctica médica, ya que gran parte del arsenal terapéutico que posee un médico son los fármacos.

La salud es otro de los derechos que las políticas neoliberales (con el apoyo de las élites políticas y empresariales mundiales) han considerado como un negocio, logrando que la producción de fármacos sea una de las industrias más lucrativas, junto con la industria financiera (1). Y si en un principio la investigación de esta industria logró desarrollar fármacos que explican en parte los progresos de la biomedicina, sobretodo los antibióticos, gran parte del nicho de negocio actualmente está enfocado en la prevención de las enfermedades, influyendo sobre hábitos que representen un riesgo para la salud. Incluso sobre aquellos que no representen un riesgo real pero que si son muy rentables.

La medicalización es el proceso mediante el cual aspectos normales de la vida cotidiana se transforman en enfermedad, siendo necesario tratarlos con medicamentos y otros tratamientos que en realidad no otorgan un beneficio al paciente, o mejor dicho consumidor.

Y el Disease Mongering (o promoción de enfermedades) es una táctica que ha ocupado la industria farmacéutica para utilizar fármacos para tratar estos problemas (ojo, NO enfermedades) “descubriendo” nuevos usos de aquellos fármacos antiguos que al cumplir 10 años pierden la patente y se transforman en dominio público, por los que las ganancias disminuyen considerablemente, o “adornando” los fármacos con mejores presentaciones, mejor sabor o mayor duración del efecto, que en realidad no tiene beneficios objetivos.

Ejemplos hay muchos: un grupo de psiquiatras australianos consideró la timidez como una enfermedad psiquiátrica, recomendando el uso de antidepresivos, derivados de la fluoxetina (2); Existen fármacos con efectos secundarios graves como la esterilidad para tratar la calvicie; Todo el desarrollo fisiológico de la mujer, como la menarquía, la menstruación, el embarazo, el parto y la menopausia son alterados con procedimientos que no representan beneficio rea (por ejemplo el controvertido uso de terapia de remplazo hormonal en mujeres menopáusicas que se relacionaban con cáncer de mama); La exagerada reacción de las autoridades mundiales frente a la pandemia de la gripe AH1N1 y la compra de Tamiflú por millones de dosis (3), considerando sus dudosos beneficios reales en la progresión de la enfermedad; Considerar al desorden en la sala de clases como Transtorno de Déficit Atencional.

Podríamos seguir enumerando situaciones similares, y lo más probable es que cómo futuros médicos se enfrenten al desafío de diferenciar lo patológico de lo normal frente a la influencia de la Industria Farmacéutica. Posiblemente esta tendencia se incremente en el futuro, que de seguro resultará menos sombrío con la crítica, la acción y la participación en contra de situaciones que claramente, no esperaban al momento de embarcarse en los rumbos de la Medicina.

(por GdM, en Rev Ukémbele 1, 2014)


(1) El Gran Secreto de la Industria Farmacéutica, Philippe Pignarre, pág 19.
(2) Medicalización y Sociedad. Lecturas críticas sobre un fenómeno en expansión, Adrian Cannellotto y Erwin Luchtenberg, página 24.
(3) Neuraminidase inhibitors for preventing and treating influenza in healthy adults and children, Cochrane Collaborations.

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